Mujeres en posiciones de alta dirección aportan experiencia y fortaleza a las empresas

KPMG comparte resultados de un estudio sobre liderazgo femenino en el mundo empresarial Su papel tiende a ser creciente en un ambiente dinámico y disruptivo, indica la firma
Por: Alma G. Yáñez Villanueva @pea_alma

La experiencia y fortalezas profesionales y personales que aportan las mujeres que forman parte de la alta dirección en México son esenciales para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que plantea un ambiente de negocios dinámico y disruptivo, indica un reporte de KPMG titulado Mujeres de la alta dirección en México 2023: liderazgo femenino resiliente a largo plazo.

El reporte subraya la importancia de que las organizaciones reúnan las condiciones necesarias que permitan impulsar la equidad de género al incorporar y desarrollar el talento femenino en puestos clave. También examina qué motiva a las mujeres en su camino al éxito, los retos que enfrentan y los aspectos urgentes que se deben atender para lograr ambientes laborales en los que imperen la equidad, el respeto y las necesarias condiciones de desarrollo.

Para obtener los resultados, KPMG encuestó a 489 mujeres tomadoras de decisión de diferentes industrias durante enero y febrero de 2023. Al preguntarles qué es lo que más las motiva como profesionales, las respuestas fueron:

· El 49 por ciento considera que su principal motivación es seguir creciendo profesionalmente y desarrollar nuevas competencias

· Un 43 por ciento destaca la motivación de convertirse en un modelo a seguir y abrir espacios para las nuevas generaciones

· El 36 por ciento desea crear un impacto positivo en la sociedad

· un 33 por ciento quiere impulsar al talento

· El 27 por ciento busca consolidar la resiliencia, innovar y redefinir el modelo de negocio

En relación a los factores cruciales para su éxito futuro, el 62 por ciento de las consultadas se inclina por la necesidad de mantenerse actualizadas y desarrollar nuevas competencias, en tanto que un 46 por ciento se orienta a conseguir un balance entre vida personal y trabajo. Asimismo, destacaron que en el cambio cultural en la sociedad sobre el papel en los negocios (40 por ciento) influyen: confianza personal y disposición ante nuevos desafíos (un 3 por ciento); networking dentro y fuera de la empresa (el 31 por ciento), y esquemas flexibles de trabajo (un 31 por ciento). 

El análisis de KPMG señala que para lograr todos los puntos anteriores será indispensable mejorar la capacidad de desarrollar un liderazgo efectivo, la comunicación, el trabajo en equipo, la preparación continua para afrontar crisis imprevistas como lo fue la pandemia de covid.

Por otra parte, la investigación refiere que no obstante la desaceleración económica que se vive a raíz de la pandemia y de la situación geopolítica, el liderazgo femenino reconoce que los retos de este entorno le han permitido aumentar su resiliencia gracias al desarrollo de nuevas habilidades y la adquisición de conocimientos (el 64 por ciento) y del impulso de su desarrollo profesional acompañado de nuevas responsabilidades (un 48 por ciento).

Sin embargo, el 33 por ciento admite que la incertidumbre actual podría afectar sus ingresos, el 20 por ciento la estabilidad de su posición; además de un 14 por ciento, de retrasar su progreso profesional (14 por ciento).

En cuanto a las fortalezas personales de las mujeres de la Alta Dirección, destacan la adaptabilidad, agilidad y resiliencia (el 72 por ciento), las que les han permitido sobresalir en situaciones críticas y son diferenciadores para afrontar la incertidumbre actual.

Por otra parte, el pensamiento estratégico, visión e innovación (un 37 por ciento) y la capacidad de trabajar en equipo (el 32 por ciento) son aptitudes también reconocidas como los baluartes que han capitalizado en su beneficio, el de su gente y su empresa.

Respecto a cuáles son los principales retos para su desarrollo, el 71 por ciento mencionó lograr un balance entre vida personal y profesional; un 41 por ciento, la falta de cultura laboral inclusiva e igualitaria en cuanto a oportunidades; el 36 por ciento, ser capaz de tomar decisiones que impulsen su carrera; un 28 por ciento, ganar confianza en ellas mismas; el 26 por ciento, lograr el apoyo masculino, sin importar la jerarquía, y el 16 por ciento, conseguir el apoyo de otras mujeres en el lugar de trabajo.

De este modo se confirma el optimismo de las mujeres en la Alta Dirección que han logrado convertir los retos en oportunidades y capitalizar sus experiencias y aprendizajes. “Parece que las adversidades las han hecho encontrar y analizar puntos clave para el funcionamiento efectivo de las organizaciones y,sobre todo, convertirse en protagonistas del cambio de mentalidad en el mundo de los negocios”, concluye el estudio.

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