La continuidad de negocio sigue siendo una de las prioridades de muchas organizaciones, por lo que resulta vital revisar y adecuar los planes de contingencia al contexto actual para así asegurar una respuesta adecuada ante la aparición de riesgos que puedan afectar la operación de la compañía.
Así lo afirmó Yolanda Pérez, Senior Manager del área de Auditoría Interna, Riesgos y Cumplimientos de KPMG. En tal sentido, la experta recomendó a las empresas aplicar un enfoque práctico que atienda de manera efectiva las amenazas.
“Los sistemas de gestión de continuidad de negocio están en el punto de mira de todas las organizaciones. Es importante revisar estos procedimientos de administración e identificar las áreas de especial atención, así como asegurar que la documentación o protocolos de actuación en cada caso estén actualizados, sean conocidos por la organización y sean operativos”, resaltó Pérez.
La especialista recomendó a las organizaciones establecer un sistema de gestión de continuidad de negocio que abarque tres ámbitos: estratégico, táctico y operativo. Agregó que implementarlo lleva tiempo y recursos, pero lo importante es determinar las prioridades en cuanto al diseño, implementación y operación.
“Es muy relevante identificar de manera adecuada los escenarios con mayor impacto en el negocio, así como las estrategias ante ellos que, en la práctica, deben implementarse por medio de procedimientos específicos”, aseguró Pérez.
De acuerdo con la ejecutiva de KPMG, dichos procedimientos tienen que ser ágiles y operativos, estar formalizados de manera adecuada y considerar la relevancia de los escenarios a los que se enfrentan.
“Una estructura idónea para la formalización de los mismos es a través de la creación de Planes de actuación (Playbooks) y Manuales de Respuesta a Incidentes (MRI), que permitan dar respuestas especializadas ante eventos disruptivos de diferente naturaleza, adecuando las actividades que se han de llevar a cabo en cada caso concreto”, cerró Pérez.