Problemas derivados del dictamen de siniestros de Gastos Médicos Mayores en las aseguradoras

Charlemos seguros

El asegurador

 

Hace unos días tuve la grata experiencia de invitar al espacio  Reflexionando con Carlos Molinar, de las plumas de El Asegurador en Facebook  Live, a la médica  Joana Díaz Trejo, a quien en el medio asegurador ya mucha gente   conoce como la  Doc. de los Seguros.           

La idea era charlar con ella sobre los problemas derivados  del dictamen de siniestros en el ramo de Gastos Médicos Mayores por parte de las compañías aseguradoras. No es desconocido por nadie del medio  que  en la actualidad  es frecuente que existan divergencias y problemas generados por el dictamen de siniestros. Son varias y muy complejas las causas para  que eso ocurra.

Díaz Trejo  es una joven profesionista muy capaz  que reúne dos cualidades que son muy necesarias en el medio, ya que es doctora en medicina y además es una gran conocedora del seguro.

Yo personalmente  conocí a Díaz Trejo   hace relativamente poco, y fue a raíz de una charla y una entrevista con ella que escuché. Me  impresionó por su sencillez  y por  su gran conocimiento de esos dos aspectos que mencioné, lo cual  no es fácil encontrar en una persona.

Inmediatamente me puse en contacto con ella y, después de felicitarla por tan interesantes participaciones, le propuse directamente que hiciéramos una alianza estratégica para beneficio del mercado.

Para aquellos que iniciamos desarrollándonos en otros ramos del seguro, como Daños, Autos  o Vida, parece  que el ramo de Gastos Médicos Mayores no representaría  una problemática tan compleja. Sin embargo, conforme nos vamos adentrando en su manejo, es evidente su gran complejidad.

Hoy, cuando  me dedico a la resolución de controversias en seguros, sentía que me faltaba algo primordial  para atender casos de este ramo, ya que carecía del conocimiento profundo de medicina del seguro para lograr ayudar en ese objetivo.

En los ocho  años que llevo dedicado a esto, me han llegado muchos casos de todos los ramos, pero frecuentemente me llegan controversias derivadas del dictamen de siniestros en Gastos Médicos.

Para poder aceptar un caso, es imprescindible contar con la seguridad de que, desde mi punto de vista,     el siniestro es procedente, porque por una cuestión de ética profesional  no solamente rechazo un caso que considere improcedente, sino que les  aclaro a las personas que solicitan mi apoyo    por qué considero que el rechazo está bien fundamentado.

Cuando un tercero independiente le confirma a un asegurado que no puede apoyarlo  porque no tiene razón en reclamar a la aseguradora,   considero que hago lo correcto porque esto es  parte de mi función y porque así se  respalda a la institución del seguro.

Por lo anterior, es fundamental comprender los elementos que, basados en la medicina y en las condiciones del seguro, fundamentan la procedencia o improcedencia de una reclamación. 

En dicha entrevista, Díaz Trejo   nos platicó que uno de los principales problemas del mercado es que no existe una carrera o un programa de formación académica  para dictaminadores de siniestros  en el ramo de Gastos Médicos, y coincido con ella.

Me parece que el ramo de Gastos Médicos Mayores  es tan importante que las aseguradoras deberían   contar con médicos de gran experiencia y calidad  que   apoyen no sólo en la gestión del dictamen, sino incluso en    la selección de riesgos.

En mi paso por las aseguradoras tuve la suerte de convivir y estrechar la  amistad con dos extraordinarios médicos que tenían la virtud de ser excelentes aseguradores,  además de maravillosas personas.

Me refiero al médico   Carlos Munguía  (q.e.p.d.)  y al médico  Fernando Rébora. A éste no lo he    visto hace muchos años, y espero que se encuentre muy bien. 

La Doc. de los Seguros  comentaba que para dictaminar los siniestros en muchas ocasiones se contrata a médicos jóvenes, con poca experiencia profesional, y que generalmente  toman ese trabajo de manera temporal.

Díaz Trejo remarca que esto es el   talón de Aquiles de las aseguradoras y que estas empresas deberían invertir  mucho más en la preparación de médicos dictaminadores  desarrollando programas de carrera para ellos  dentro de las compañías, debido a la importancia de la toma de decisiones en ese aspecto.

 Por lo mismo, la facultativa señaló que los médicos a quienes se contrata tienen  una alta rotación, por la propia naturaleza del oficio, pues estos profesionales están  en constante cambio para lograr ser especialistas  o estudiar una maestría, lo que los hace durar poco en los puestos de seguros.

Yo coincido totalmente  con ella, y estoy convencido de que a la larga resulta mucho más caro rechazar un siniestro procedente debido a un mal dictamen,  y no sólo en la parte económica, sino en la pérdida de imagen, tanto para una aseguradora  como para el mercado en general.               

Incluso se comentó que en muchas ocasiones los directores de Siniestros o los  subdirectores no son médicos de formación, lo cual también incide en esta problemática.

En esa interesante entrevista, en la que aprendí mucho de la Doc. de los Seguros,  se comentaron también otros asuntos,  como el de los comités de siniestros de las aseguradoras, en donde muchas veces falta la voz de algún especialista en la enfermedad de que se trate el siniestro objeto de la disputa.        

Se habló de la falta de claridad de muchas pólizas por el hecho de que se fueron  agregando a lo largo del  tiempo diversas exclusiones, las cuales quizá  no se analizaron    con profundidad y por ende ni siquiera se insertaron  en los contratos  con la conciencia  de su repercusión. A veces  ni siquiera con la claridad suficiente en su elaboración y descripción.

No quedó fuera de las causas  que generan controversia el aspecto de la preexistencia, que  en ocasiones se comprende mal o se maneja mal.    Y en ocasiones también deriva de una mala suscripción.

Otro tema que genera gran conflicto  es si un determinado medicamento o tratamiento es autorizado  por FDA-Cofepris,   o incluso si es el indicado para tratar determinada enfermedad.

En mi caso, estoy muy motivado con la alianza estratégica iniciada con la Doc. de los Seguros,  ya que esto   beneficia no sólo a los asegurados, sino a las aseguradoras y al seguro como institución, porque  quien nos conoce sabe que no apoyamos ningún caso que consideremos improcedente, de acuerdo con las  condiciones generales. Sin embargo, en aquellos que se consideren procedentes se hará lo necesario para buscar que se cumpla la promesa del contrato del seguro.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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