La crisis del costo de vida se erige como la amenaza más grave a la que nos enfrentaremos en los próximos dos años, seguida de las catástrofes naturales y fenómenos meteorológicos extremos, mientras que la confrontación geoeconómica figura como el tercer riesgo a encarar en los próximos dos años.
Así lo dio a conocer el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en su Reporte de Riesgos Globales 2023, en el quel también menciona que los principales riesgos para los próximos 10 años son todos medioambientales.
Respecto a la crisis del costo de vida, el reporte no sólo lo clasifica como el más severo a escala global en los próximos dos años, sino que se encuentra estrechamente ligado a los otros cuatro del top 5.
Esto se debe, explican en el informe, a que los costos aumentaron aún más en 2022, principalmente por las continuas interrupciones en los flujos de energía y alimentos de Rusia y Ucrania.
Precisaron que para frenar los precios internos alrededor de 30 países introdujeron restricciones, incluida la prohibición de exportación de alimentos y energía el año pasado, impulsando aún más el aumento de la inflación mundial.
El informe es un llamado para actuar en cooperación, colaboración, coordinación e integración, cuatro conceptos claves que han hecho de la sostenibilidad el modelo idóneo para enfrentar un panorama global donde se han venido profundizando viejas problemáticas y cuyo abordaje ha tendido a ser individual, local y fragmentado.
Asimismo, explora cuatro posibles futuros para 2030 en torno a la rivalidad por los recursos y las policrisis que podrían surgir como resultado de la competencia por las riquezas naturales que, a su vez, es impulsada por riesgos medioambientales, geopolíticos y socioeconómicos interrelacionados.
Por último, la consigna del Foro Económico Mundial es que estamos ante un punto de “inflexión crítico” y que el “gran número de crisis en curso exige una acción colectiva audaz”.