La pandemia por COVID-19 ha significado no solo problemas de salud para el mundo, sino que ha traído consigo otro tipo de afectaciones como las crisis económicas a las que se están enfrentando todos los países derivado de un alto necesario en muchas industrias.
En el caso de México, estas pérdidas económicas han impactado de forma tan grave que, al cierre de julio de este año, 47 por ciento de las personas ha perdido su empleo; lo que significa que la mayoría de los hogares en el país recibe únicamente 49 por ciento de su ingreso habitual y 20 por ciento de estos, ha perdido el total de dicha entrada.
Estos datos fueron obtenidos de una encuesta hecha por PQR Planning Quant, agencia mexicana de investigación de mercados, en la que participaron mexicanos de 18 a más de 55 años de todas las regiones y todos los estatus económicos, con negocios propios, empleados del sector público y privado y estudiantes durante abril, mayo, junio y julio de 2020.
La muestra señala que en abril, había 29 por ciento de gente desempleada y a julio, este porcentaje se incrementó a 47 por ciento. Además, del promedio de cuatro personas por hogar, dos de ellas generaban ingresos y, al día de hoy, ya solo es una.
Sin embargo, la agencia refiere que se observa un panorama alentador en el futuro, pues señala que ya inicia la reactivación económica en México y, por ende, poco a poco los hogares se podrán recuperar.
En otro punto, el estudio detalla que en abril, 23 por ciento de las personas tuvo que cerrar su negocio y en julio este porcentaje se redujo a 17 por ciento; mientras que en abril, 12 por ciento de los mexicanos perdió su fuente de ingresos derivados de cobro de rentas, remesas y apoyos gubernamentales, que disminuyeron a 11 por ciento en julio.
Como datos adicionales, 22 por ciento de los encuestados continúa recibiendo 100 por ciento de sus ingresos habituales; 14 por ciento recibe aproximadamente tres cuartas partes de él; 23 por ciento alrededor del 50 por ciento; 22 por ciento una cuarta parte; y 20 por ciento, nada.
La encuesta también revela que para poder hacer frente a la incertidumbre económica, los mexicanos han optado por hacer algunos cambios en sus hábitos de consumo. En primer lugar, confiesan mantenerse atentos a los precios de los productos y servicios que necesitan consumir para así hacer una mejor elección de los mismos.
Otras actividades que han llevado a cabo son reducir sus gastos, reemplazar los productos y servicios que compran de manera cotidiana por otros más baratos, ahorrar todo el dinero que puedan, suspender su servicio de televisión de paga, pedir un préstamo, dejar de pagar el gimnasio y algunas deudas que tienen con instituciones financieras, con personas cercanas o por productos adquiridos con créditos.
Finalmente, la encuesta también revela que como consecuencia de la pandemia, parte de la población ha dejado de pagar colegiaturas o cambiar a los hijos de un colegio privado a uno público (o uno más barato), vender propiedades, automóviles y otros artículos de valor, recibir apoyo económico de familiares que no viven con ellos, cambiar de trabajo, usar con más frecuencia su tarjeta de crédito, tener un trabajo adicional, dejar de pagar impuestos, rentas e hipotecas, abrir un nuevo negocio y hasta contratar un seguro de Vida.